¡FELIZ NAVIDAD!

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Se acaba el trimestre, terminan las clases y llega la Navidad. Y tras los exámenes de rigor (que son otra historia y deberá ser contada en otra ocasión, ya que esto del Chino tiene pinta de ser la Historia Interminable…) llegan las merecidas vacaciones de Navidad. Emulando las clases de Inglés en el colegio (o de cualquier otra lengua extranjera que hayáis estudiado) nuestro querido profesor nos ha regalado una divertida sesión de juegos en Chino: el Memory, el Bingo… ¡y hasta hemos escuchado un villancico en Chino! Una bonita forma de terminar, no sin antes habernos colmado de regalos… digo, de ¡DEBERES! Y es que claro, si ahora nos pasamos tres semanas sin pegar golpe, se nos olvida todo lo que (con tantísimo esfuerzo) hemos aprendido hasta la fecha y eso no puede ser. Así que desde el blog yo os enseño como se felicitan las fiestas en Chino y os dejo el enlace del Villancico, para que os anime en estos días. ¡Ah! Y un saludo a mis compañeros de clase, que ya han descubierto el blog. ¡Sois grandes!

 

 

 www.youtube.com/watch?v=L0DNBIipaKs

 

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Un clásico: Tu nombre en Chino

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Estamos ya apurando las últimas horas de clase antes de las vacaciones de Navidad y, por lo tanto, antes de los exámenes trimestrales que vamos a tener. Hoy me gustaría hablar de algo tan sencillo y a la vez tan complejo como son los nombres propios en Chino. Pero no los de los Chinos, que también tienen su miga, y quizás en otro momento os lo comente, sino de los nuestros. Sí, porque cuando la gente de tu alrededor se entera de que estudias Chino, tras la coletilla: ‘¡A ver, di algo en Chino!’, suele venir el… ‘¿Y mi nombre en Chino como sería?’. ¿Y queréis saber la cruda realidad? Vuestro nombre en Chino, es más o menos como vuestro nombre en vuestro propio idioma! Sí, porque los chinos, para orientalizar los nombres propios, únicamente seleccionan por sílabas los sonidos de su idioma que más se parecen a los reales. Es decir, mi nombre, María, en Chino se pronuncia Maliya. ¡Qué fácil! Estaréis pensando muchos… ¡Pues no! Porque como dije en entradas anteriores del blog, para cada sílaba China existen infinidad de caracteres distintos (https://yoestudiochino.wordpress.com/2011/09/28/el-chino-ese-gran-idioma-tonal/), así que aunque sepamos o imaginemos como se pronuncia un nombre es difícil saber cómo se escribe. ¿Qué hacen los chinos para escribirlo? Pues seleccionan de entre todos los caracteres posibles para un sonido, aquel que signifique algo más bonito. (Aunque en esto último debemos matizar, que no siempre es así.) De esta manera, mi nombre, María, escrito en caracteres es así: 玛丽娅。En fin, que para los estudiantes, la cosa se complica, puesto que los nombre propios orientalizados no dejan de ser una enorme fuente de nuevas palabras que memorizar y aprender! Y para terminar aquí os dejo un link donde podréis aprender de verdad como es vuestro nombre en Chino, que pese a ser un clásico… es algo que no podemos evitar querer saber.

http://www.chino-china.com/nombres

 

 

La Occidentalización del Chino

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Voy a empezar la entrada de hoy con un comentario que nos solemos hacer los unos a los otros en clase: Yo antes tenía una vida, ahora estudio Chino. Sí señores, puede parecer un grupo de Facebook, pero no, es una realidad que por lo visto todos los estudiantes de Chino compartimos. A cada lección la cosa se complica, la gramática aumenta, las palabras a memorizar se multiplican ¡y todas se parecen! Por lo tanto, no le queda a una más remedio que incluir, en la medida de lo posible, el Chino en su vida diaria. Por ejemplo, al hacer la lista de la compra o al contar las abdominales en el gimnasio, todo lo que puedo decir en Chino, lo hago. El otro día sin ir más lejos, estuve practicando las cuatro palabras que recordaba con la camarera china de un bar… Pero esto no es lo que os quiero contar hoy, lo que os quiero contar es que a pesar de todo esto, los estudiantes de Chino moderno, ¡no nos podemos quejar! ¡NO! ¿Y por qué no? Pues muy sencillo, porque gracias a la llamada occidentalización del idioma Chino, ahora lo tenemos muchísimo más fácil. Gracias a los occidentales, los chinos han hecho modificaciones que ahora nos están simplificando la comprensión de su lengua. Y es que antiguamente, el Chino se escribía de arriba abajo y de derecha a izquierda, ¡totalmente al revés que nosotros! Y para complicarlo todo más, no utilizaban los signos de puntuación ni ningún tipo de espacio entre palabras o párrafos. Por suerte (o por desgracia para los más puristas y defensores de las raíces culturales de cada país) en la actualidad, el Chino se ha modernizado y simplificado mucho, así que al parecer debemos contentarnos con pensar que todavía podría ser peor… Yo, lo que si agradezco profundamente, es que no se siga escribiendo con tinta y pincel, ¡que ya bastante me cuesta hacerlo con el sempiterno y entrañable boli bic!

 

La Vieja Escuela

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Ya llevamos un mes de clase y cómo no podía ser de otra manera, la tradicional forma de saber si los alumnos aprenden o no son los exámenes. La primera vez que me planteé que tenía un examen de Chino, no sabía por dónde empezar… Ahora ya me voy acostumbrando, porque tenemos uno cada semana, para obligarnos a no bajar la guardia! ¿Y cómo se estudia el Chino?, os preguntaréis muchos. Pues bien, es evidente que no es un idioma que pueda razonar, comprender o relacionar con mis conocimientos básicos de otros idiomas extranjeros como el italiano, el francés o el inglés. Tampoco puedo ponerme a ver películas chinas en V.O. para hacerlo más entretenido o tumbarme cómodamente en la cama con un libro de texto a leer sin más (técnicas ampliamente conocidas y llevadas a la práctica con relativamente buenos resultados por estudiantes de todo el mundo.) Para estudiar, aprender y memorizar el Chino hay que coger papel, bolígrafo y paciencia. Sentarse en una silla lo más incómoda posible, hincar codos sobre la mesa y pasarse horas y más horas escribiendo una y otra vez todos y cada uno de los caracteres con su debida pronunciación, tono y significado. ¡De vuelta a la vieja escuela! Lo malo es que luego te presentas al examen y ante la hoja en blanco descubres, que por mucho que los hayas repetido, hay caracteres rebeldes que tu memoria no ha sido capaz de retener.

我   你  他 她  我们  你们  他们 她们                             我   你  他 她  我们  你们  他们 她们

我   你  他 她  我们  你们  他们 她们                             我   你  他 她  我们  你们  他们 她们

我   你  他 她  我们  你们  他们 她们                             我   你  他 她  我们  你们  他们 她们

我   你  他 她  我们  你们  他们 她们                             我   你  他 她  我们  你们  他们 她们

我   你  他 她  我们  你们  他们 她们                             我   你  他 她  我们  你们  他们 她们

我   你  他 她  我们  你们  他们 她们                             我   你  他 她  我们  你们  他们 她们

我   你  他 她  我们  你们  他们 她们                             我   你  他 她  我们  你们  他们 她们

Escuchar, hablar, leer y ¡dibujar!

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Los días pasan, las clases se suceden y ya me he adentrado de pleno en el idioma Chino. En absolutamente todos los idiomas, y el Chino no es una excepción, hay que dominar las cuatro competencias  fundamentales: escuchar, hablar, leer y escribir (o más bien, dibujar). Escuchar no es fácil, pues me encuentro con muchos sonidos que no existen en mi lengua materna, pero es accesible. Hablar es prácticamente ortopédico, pues mi lengua no está acostumbrada a según qué contorsionismos. Pero leer y escribir son, aunque muy creativo, de lo más complejo. Lo primero que te aconsejan es que ‘mires al caracter de frente’. ¿Y qué quiere decir eso? Pues que no te asustes con tantas rayitas y palitos cruzados de la forma más inverosímil. Que analices su estructura, que identifiques sus partes, que reconozcas patrones que se repiten y que los memorices, que aprendas radicales y mil cosas más… Pero hay una parte divertidísima y entretenida de todo esto: hay algunos caracteres que simbolizan cosas, es decir, son casi como dibujitos simplificados. (Técnicamente se llaman Pictogramas, apunte para los más leídos) Por ejemplo, el carácter de ‘bueno’ son una mujer y un niño, porque no hay nada mejor para un hombre que tener una mujer y un niño, claro. (Cultura ancestral China). El carácter para ‘paz’ es una mujer debajo de un techito y todos los caracteres que tiene que ver con ‘hablar’ o con ‘idiomas’ llevan el simbolito de una boca. Así que aquí os dejo algunos de estos caracteres, a ver si podéis adivinar cuál es cuál. No es tan diferente de cuando nos tumbamos mirando al cielo e intentamos ver dibujos en las nubes.

 

安       好      语言      说

 

 

El Chino, ese Gran Idioma Tonal

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Tras superada la primera clase de Chino, me dispongo a hacer una pequeña reflexión antes de poder responder a la pregunta estrella por antonomasia sobre este idioma: ¿El Chino es difícil? ¿Por qué todo el mundo pregunta lo mismo? ¿Qué es lo que quiere la gente escuchar cómo respuesta? Porque salta a la vista, que el Chino, fácil no es… ¿no? En clase ya nos han dicho que es un idioma exigente y que, para obtener buenos resultados, tenemos que dedicar como mínimo media hora diaria a estudiarlo. Por otro lado, el Chino es un idioma gramaticalmente sencillo. Sencillo, que no fácil. ¿Y eso porqué? Pues porque no tiene plurales, ni géneros, ni conjugaciones verbales y además es morfológicamente invariable. (Entendiendo, por descontado, que las palabras tal y cómo los occidentales las conocemos, no existen, pues el Chino no tiene letras ni alfabeto, sino caracteres. Pero esta es otra historia, y deberá ser contada en otra ocasión…) PERO, y digo ‘pero’ en mayúsculas porque es algo que me ha impactado y que creo que nos va a llevar de cabeza a muchos, el Chino es un idioma tonal. Un idioma tonal. ¿Y eso qué es? Pues básicamente, que hay cuatro tonos distintos de pronunciar las vocales y que según cómo se pronuncie, ese sonido significa una cosa u otra. El problema es que el número de sonidos que existen son muy inferiores al número de caracteres que hay en el idioma Chino. ¿Cómo se soluciona esto? Pues repitiendo sonidos. Y para los que no lo hayáis comprendido del todo, os adjunto un bonito poema en Chino para que vayáis practicando! Y ahora, dejadme que me permita el lujo de NO responder a la pregunta formulada al principio de esta entrada. Que cada uno saque sus propias conclusiones.

 

 

La Primera Barrera Idiomática

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Después de la emoción inicial, inevitablemente, vienen los primeros problemas. Y es que al parecer, nuestros modernísimos ordenadores están tan poco preparados para comprender y reproducir el idioma Chino como cualquiera de nosotros… La buena noticia es que para ellos es muchísimo más fácil aprenderlo. Así que si en la siguiente línea, en lugar de caracteres Chinos, ves letras aleatorias sin sentido o cuadraditos en blanco, vas a tener que darle una lección a tu PC. 

我的电脑不明白所中国语言!

Bien, a continuación te explico cómo instalar este nuevo idioma en tu ordenador:

 Tienes que ir a Inicio, luego a Panel de control y allí hacer click sobre el icono Configuración regional y de idioma. En la ventana que se abre vamos a la pestaña que pone Idiomas y seleccionamos la ventana que pone Instalar archivos para los idiomas de Asia oriental.

Te recomiendo que después de hacer esto, reinicies tu ordenador y luego vuelvas a entrar en el Blog para confirmar que tu ordenar ya ha aprendido el idioma Chino y ya que estamos, ¡a ver si adivináis que es lo que pone en la frase anterior!

A partir de ahora ya vais a poder disfrutar de la maravillosa caligrafía China que va a aparecer en futuras entradas de este Blog.

¡La Vuelta al Cole!

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Ya ha llegado Septiembre. Este año nos está tocando sufrir, en la mayoría de ciudades españolas, un mes de Septiembre un tanto atípico: todavía hace calor… ¡y mucho! Todavía se puede ir a la playa y todavía se puede ir en tirantes. Y esto nos dificulta, aún más, el hecho inamovible de que en Septiembre se terminan las vacaciones. Se terminan el no madrugar, las terracitas, la siesta, las fiestas de los pueblos, los amores de verano, las rebajas… Pero si hay algo característico de esta época del año es, sin duda, La Vuelta al Cole. No hay Septiembre que no veamos en las noticias a esos niños a la puerta de los colegios,  agarrados a las faldas de sus madres, llorando amargamente… Pero no solamente los niños se preparan para un nuevo curso escolar, sino que los mayores también nos dejamos arrastrar por la vorágine estudiantil y nos ponemos a buscar cursos en los que ocupar el poco tiempo libre que tenemos. La oferta es insaciable: desde cursos de cerámica para principiantes hasta danza del vientre para alumnos avanzados. Cualquier excusa es buena para iniciarse en algo, ya sea para ampliar nuestros conocimientos o para conocer gente nueva. Yo, personalmente, me he decantado por elegir una actividad diferente, exótica, poco convencional y que me permitiera tener la mente ocupada al 100%. Yo voy a estudiar Chino. Y este es, precisamente, el motivo de este blog. Haceros partícipes de mis aventuras y desventuras con el idioma Chino a lo largo de este primer curso. Así pues, estáis invitados a compartir esta pequeña y emocionante parcela de mi vida. Hoy, para empezar, he entrado en el Google Traductor, como tantas veces habréis hecho muchos de vosotros y he traducido el título de este blog al Chino. No sé cuan exacta será la traducción, pero aquí os la dejo para que vayáis agudizando vuestra vista y vuestra mente:

Historias de una estudiante de Chino

故事从中国语言的学生